Una ciudad que respira

  Cuando miro mi ciudad, visualizo la imagen que me gustaría apreciar de Santiago. Una ciudad verde, limpia, organizada, planificada, inclusiva.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), ha establecido un 10% mínimo de espacios verdes en las ciudades, Santiago de los Caballeros no alcanza el 2%.

Otro estudio de la OMS indica que las ciudades con poca vegetación y pocos espacios verdes, que se proyecta en función del vehículo privado mas que el tránsito peatonal, la bicicleta y trasporte público, con un crecimiento desorganizado y mal planificado, constituye un peligro para la salud integral de sus individuos; por el contrario una ciudad con espacios públicos de calidad destinados a la recreación, el esparcimiento y la circulación adecuada, que invite sus ciudadanos a caminarla, cuidarla y respetarla, influye directamente en el buen estado anímico, físico y emocional de las personas; lo que fomenta una ciudad productiva y sana.

Las ciudades deben contar con una buena arborización y superficies permeables, esto ayuda a reducir la contaminación ambiental del agua, aire y suelo. Los árboles son pulmones naturales en la zona urbana, y para que un árbol crezca adecuadamente necesita un espacio considerable alrededor de sus raíces de forma que no sean estranguladas por el cemento, asfalto ó cualquier elemento ubicado en su perímetro.

Una ciudad con árboles y espacios públicos verdes de calidad, es una ciudad que respira, en la cual sus ciudadanos se desarrollan con alta calidad de vida y en salud integral.

 

Curitiba, Brasil

Santiago de los Caballeros tiene todo el potencial para crecer apropiadamente, si desarrollamos una gestión planificada y con criterios de sostenibilidad.

Ciudades latinoamericanas como Medellín, Porto Alegre y Curitiba, se han transformado en verdaderos parques ecológicos, basados en un sistema pro-peatón con transporte público eficiente y acondicionamiento para el uso de bici. La educación ambiental y concientización del ciudadano ha sido la herramienta clave para su buen funcionamiento.

Estos ejemplos son modelos a seguir en el contexto latinoamericano, partiendo de que hace 50 años contemplaban una situación similar a la de Santiago de los Caballeros.

Las ciudades verdes son el resultado de la combinación armoniosa de los ecosistemas naturales y artificiales, en los cuales los seres vivos (personas, flora y fauna), interactúan adecuadamente de forma ordenada y planificada. Proyectadas a crecer en función de la integración del verde urbano y la inclusión del ciudadano a ser parte de esta. Generando un macro ambiente vivible, respirable y motivador.

Escrito por: María Isabel Serrano Dina 

-Publicado Sábado 19 de Enero 2013, Revista Zona N, periódico Listín Diario, Santiago, Rep. Dom.-