martes, 19 de febrero de 2013

La Insostenible Movilidad Urbana de Santiago.

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La movilidad urbana es tema importante en el desarrollo de la ciudad, es uno de los aspectos que promueven el urbanismo sostenible. La forma como nos movemos en la ciudad, es indispensable para considerar su nivel de Sostenibilidad ó Insostenibilidad.

En artículos anteriores sobre temas relacionados a la Sostenibilidad Urbana, señalo los fundamentos de la incoherencia existente entre los planes de desarrollo de la ciudad y lo que se ejecuta, muchas veces se realizan obras con un propósito, pero la escasez de “involucramiento” con la sociedad en todas sus escalas, es decir, conocer a fondo para quien se planifica y que se busca con eso, muchas veces genera resultados diferentes a lo esperado. La consecuencia de esa relación superficial “carencia de interacción verdadera” con la sociedad es lo que construye una ciudad utópica, donde la intención inicial queda planteado en los libros y planos… cuando en la práctica la realidad es otra.


La movilidad de la ciudad de Santiago está condicionada por la pobre gestión administrativa de dos sectores muy fuertes del tránsito, el trasporte público y el transporte privado, donde el peatón no le duele a nadie.

Todos conocemos nuestra realidad, incluso cuando los políticos quieren disfrazarlas con verdades surreales ó vistiendo la “mona de seda”… ¿pañitos tibios?, pero la verdad es irrefutable y visible, especialmente en una sociedad que empieza a despertar del letargo consciente.

El recorrido diario por nuestras calles, revela una estresante rutina producto del  enfrentamiento con la crisis del tránsito… un caso en particular que urge resolver… tenemos cada vez mas líneas de concho, sinónimo de un transporte público ineficaz, inseguro y altamente caótico, en lugar de autobuses en buenas condiciones y rutas organizadas, que motiven los ciudadanos a usar el transporte público.


Por cada nueva línea de concho encontramos un negocio redondo que a pesar de envenenar la ciudad con su exceso en volumen y contaminación, pesa más el beneficio económico de esos cuantos, incluyendo la administración pública… el lucro individual sobre el colectivo.

Los taxis también representan un agravante al tránsito regular; este servicio de transporte público se ha incrementado significativamente, aumentando la congestión del tránsito vehicular.

En cuanto al servicio de autobuses públicos, muchos se estarán preguntando ¿Qué pasó con las 120 OMSAs que iniciaron en el 1996?... lo que mal comienza mal termina, autobuses obsoletos y explotados, comprados por el gobierno dominicano de ese momento; incorporados al sistema de transporte público sin un profundo estudio previo que persiga permanencia y eficacia del mismo. Como resultado, cada año sumaban mas los autobuses fuera de servicio. De 44 autobuses en operación en 2006, al 2010 operaron 24, según datos de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA), y la cifra continúa en descenso. Ampliaré la semana próxima.




Escrito por: María Isabel Serrano Dina 
 -Publicado Martes 19 de Febrero 2013, periódico La Información, Santiago, Rep. Dom.-

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