martes, 9 de abril de 2013

Metabolismo Urbano y Cambio Climático.

Imaginemos la ciudad como un gran sistema interconectado, resultado de los asentamientos humanos en el territorio, en el cual interactúan procesos naturales y artificiales, sociales, ambientales y económicos; donde la ciudad actúa como un mega ecosistema.

Las ciudades, además de ser edificios e infraestructuras, operan como inmensos procesadores de materia prima, actividad necesaria para abastecer las comunidades humanas y cubrir sus necesidades.

El Metabolismo, en ciudades sanas, funciona de forma cíclica, en el cual el final de la vida útil de un producto, da inicio a uno nuevo; los desechos inorgánicos terminan convirtiéndose en materia prima de otros productos, y de los desechos orgánicos se fabrica abono ó (composte).


Un metabolismo urbano sano, promueve el desarrollo de ciudades mejor integradas en su territorio, mas atractivas, mas verdes… mas hermosas, mas integradoras, mas competitivas, y humanistas, como nos pide la carta de Copenhague presentada en la cumbre de Río+20 de 2012.

El metabolismo urbano nos muestra el comportamiento de las ciudades en relación al medio natural y artificial. Para identificar el estado de este comportamiento se utilizan indicadores relacionados con el metabolismo urbano: el ciclo del agua, la generación de residuos, la energía, la movilidad, el uso de suelo, y un nuevo postulante que aún genera polémica: El Cambio Climático inducido por la actividad humana.

Con el constante incremento de la población urbana, consecuencia de la migración de las poblaciones rurales a las ciudades, la sostenibilidad del metabolismo urbano representa un reto oportuno de crecimiento organizado: viable, vivible y equilibrado.

Según un informe de Naciones Unidas, sobre el estado de la población urbana mundial (2009), desveló que el 50.5% de la población mundial reside en zonas urbanas. De acuerdo con este informe, Norteamérica, América Latina y el Caribe, Europa y Oceanía, están altamente urbanizados, con el 84% de las personas viviendo en las ciudades. La proyección  del informe indica que esta cifra seguirá en aumento. En contraste, África y Asia, presentan un 41% de población urbana. Se estima que para 2050 lleguen al 62%.

Los datos compartidos en este informe, revelan una realidad ineludible y preocupante, que ataca directamente el metabolismo urbano, y altera su equilibrio: combinar el vertiginoso crecimiento de la población mundial y su “consumismo”, con la inestabilidad climática fruto del acelerado calentamiento global, del cual la raza humana es parte responsable, resulta en la inseguridad que vivimos actualmente, y la incertidumbre del futuro en corto plazo.

¿Convendría entonces considerar, la inclusión del indicador de cambio climático, en el análisis del comportamiento del metabolismo urbano?

Soy de las que piensa que solo se necesita saber sumar y restar. Los informes, productos de estudios e investigaciones científicas, relatan verdades y escenarios que algunos han decidido ignorar.  






Escrito por: María Isabel Serrano Dina 
-Publicado Martes 9 de Abril 2013, periódico La Información, Santiago, Rep. Dom.-

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