lunes, 9 de junio de 2014

La Revolución de la indignación.

 
Algunos seres individualistas renuentes de asumir su compromiso/responsabilidad ciudadana, o quizás seducidos ante los buenos recursos invertidos por la “minera”, ven la lucha por Loma Miranda Parque Nacional como algo con lo que a los ambientalistas nos ha cogido.

“Hay más lomas”, dicen, “¿por qué las otras a nadie les duele, que tiene esta en particular?”, “A los ambientalistas no les importa toda esa gente que se quedará sin trabajo”… y entonces con esto vienen las adulaciones a la minera como los salvadores del pueblo de Bonao.


Sin embargo sucede que la minera Falcondo por el contrario de mejorar la calidad de vida, ha reducido considerablemente la calidad ambiental de toda la zona intervenida por ellos, sin compensar el pasivo ambiental de sus trabajos irresponsables desde su llegada a operar en la República Dominicana, a ellos si les cabe demanda por incumplimiento de contrato.

Reducir la calidad ambiental es inversamente proporcional a la susceptibilidad de la salud de las personas al aire contaminado, aguas contaminadas, suelos erosionados, polvo, químicos en el ambiente, encarecimiento de alimentos, aumento de la temperatura por los bosques (pulmones naturales) eliminados… pero si mucha papeleta para callar los más necesitados, buena parte de la prensa y todo lo que atente contra sus intereses.

Cáncer, enfermedades respiratorias y pulmonares, alergias, enfermedades de la piel, mutaciones, ojos enfermos… son solo algunos remanentes de sus actividades, todo esto documentado por nuestro propio estado que se ha hecho cómplice por sociedad.

Entonces en lugar de salvadores son asesinos silentes… con mucha capacidad de comprar conciencias y mantener callada la miseria por trabajo. Pero su oferta de trabajo no es eterna, es un trabajo que durará hasta que nos expriman la última gota de mineral que los mantiene en este pedazo de isla, dejando desolación y más miseria.

Una vez terminen sus operaciones igual se marcharán, y de todas maneras se quedarán las mismas personas sin trabajo, se irán sin importarles el recurso humano porque en verdad nunca fue ni será su prioridad. ¿Qué nos quedará? Solo basta ver los ejemplos de La Peguera y Loma Ortega… ese es el futuro de Miranda si cae le permitimos la explotación de esta fuente de vida…

Loma Miranda es nuestra, del pueblo, de los dominicanos y dominicanas, ya la hemos declarado Parque Nacional a pesar de la ambivalencia del gobierno, no sólo porque reúne todas las cualidades que amerita un área para ser declarada como tal, también porque la hemos acogido como lugar de vida, de ubicación estratégica y delicada, que mantiene un equilibro ecosistémico para los pueblos de Bonao, San Francisco, La Vega y comunidades vecinas, ellos más que otros la necesitan para su subsistencia y salud… Agua y Aire por la vida.
Imágenes tomadas de la Web, cortesía de la Academia de Ciencias de la RD.

Loma Miranda no es una lucha sectorial, Loma Miranda es parte de un movimiento social que viene despertando por la indignación ante el saqueo descomunal del Estado, la mala administración de nuestros recursos naturales, económicos y patrimoniales, la mutilación de nuestros derechos descaradamente, la pasividad de nuestros antecesores y su legado… Loma Miranda Parque Nacional es otra lucha que se origina en la firme decisión de un pueblo que da el frente y dice NO MAS.

La Ley de Medio Ambiente, Los Haitises, Bahía de Las Aguilas, el 4% por la Educación, NO a la reforma Fiscal, La Carretera Cibao Sur, CERO Impunidad… Loma Miranda Parque Nacional… es una clara respuesta del empoderamiento ciudadano, una fuerza viva, poderosa, revolucionaria y firme que se expande como virus, una semilla que se está reproduciendo y tomando espacio, alimentada con la indiferencia de un estado sordo, ciego y mudo que nada en la desfachatez y la insolencia.

Nadie podrá detener este despertar ciudadano… nada podrá frenar el nuevo renacer de esta Patria cansada de ser maltratada y abusada en todas las formas posibles. Solo se verán las ronchas…

Escrito por: María Isabel Serrano Dina 
 -Publicado Martes 10 de Junio 2014, periódico La Información, Santiago, Rep. Dom.-

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