Dice
un dicho que no hay mayor sordo que aquel que evade escuchar… y es mejor
hacernos ciegos para asumir ignorancia de lo obvio, cuando simplemente no nos
conviene la verdad.
¿Pero
que tal ignorar la auto destrucción? Incluso quien tiene sus propios intereses
amarrados, debería detenerse un momento y pensar en su futuro y el de sus
descendientes… que no sea solo el económico.