Pienso
en la situación y estado de debacle en que se encuentra la una vez hidalga
ciudad y rompo en llanto. Necesitamos un verdadero gestor, preocupado por las
problemáticas comunes, enfocado en los intereses de todos, no en los suyos
propios, no en procurar votos y ser “popular”, no es despilfarrar los pocos
ingresos que recibimos. Necesitamos un verdadero procurador o procuradora del
pueblo, alguien sensible y consciente a la realidad local, que pueda sacar
Santiago de los números rojos…
La
última improvisación de la Alcaldía con los robles mal sembrados en la reata de
la Av. Las Carreras, demuestra al igual
que demás intervenciones del Cabildo, la falta de planificación, asesoría y
deseo de hacer las cosas bien. Santiago requiere mejorar condición del verde
urbano, pero primero se requiere su planificación. En este caso particular no
se cuestiona la belleza del árbol, si su inapropiada ubicación y trasplantado.
Nos
encontramos ante una gestión fallida, que será recordada por sus desaciertos,
pero también preocupa quien le suceda…
Cuando
veo los aspirantes de la Alcaldía, lloro aún más… porque ninguno ha resuelto
nada por Santiago desde la función pública que ocupa actualmente, que no sea
demostrar una actitud clientelista y empañada por la avaricia. Es muy evidente
el desierto de valores y principios éticos en que vivimos.
¿Cuáles
competencias debe demostrar tener quien procure mi voto? Aquí algunas:
·
Ser un buen administrador del patrimonio de la comunidad y todos
los recursos públicos.
·
Trabajar de forma y fondo con transparencia, regido por las
leyes y reconociendo las prioridades de su función.
·
Abrirse a espacios de diálogo y concertación con la sociedad
civil, ser tolerante con la opinión pública, permitirse escuchar, ser
cuestionado y fiscalizado.
·
Dejarse asesorar por especialistas apartidistas que aporten
a su gestión. Aprender a aprender y mantener la conexión con el pueblo al que
sirve, aspecto esencial para conocer necesidades, intereses y prioridades. Comprometer
e involucrar las comunidades a ser parte de las soluciones.
·
Que tenga una visión sostenible de desarrollo a largo plazo,
compartida, concertada e integral con todos los sectores, que refleje las
necesidades de la sociedad civil que representa, que no improvise, no
despilfarre ni juegue a dueño de la ciudad.
·
Manejar los principios básicos de planificación urbana,
(esto con un buen diplomado se resuelve).
·
Finalmente que sea un buen líder, y un buen líder ante todo
es imán y ejemplo, atrae por sus buenas cualidades y virtudes, se hace popular
por los aportes que hace a la comunidad, por su trabajo honrado, su honestidad
y la calidad e integralidad de su gestión, sin necesidad de malgastar el dinero
del contribuyente en publicidad o comprando a la opinión. Su ejemplo debe
motivar e inspirar las personas a seguirle y aliarse al proyecto de ciudad. No
se puede hacer ciudad sin los ciudadanos y ciudadanas.
Podría
aportar algunas otras líneas, pero entiendo que con lo dicho anteriormente es
suficiente para empezar con lupa a identificar candidatos… Yo aún no encuentro
quien quepa dentro de esas características… hasta el momento todos cuanto
figurean en los postes de luz de Santiago, no se acercan a lo que Santiago
necesita de Alcalde… Los regidores son otra historia de cuento de terror…
Yo
no quiero escuchar “qué van a hacer”, quiero saber “cómo lo harán”, con qué
recursos cuentan y en qué medidas deben incurrir para lograrlo. Algunos dirán
que al candidato no le conviene explicar mucho las medidas que deberá tomar,
pero en la situación que estamos hoy no estamos para sueños o idealismo, necesitamos
soluciones concretas y verdaderas, propuestas más que promesas.
Quien
esté de acuerdo conmigo, le invito hacer el ejercicio. Cada quien quiere lo
mejor en su casa, esta ciudad es nuestra gran casa, la que todos compartimos. No
quiero el menos malo, ha dado malos resultados, quiero alguien identificado con
la realidad local, alguien que represente los intereses de todos y todas. Si
ciudades latinoamericanas en similares situaciones a la nuestra han podido
hacerlo, ¿por qué no propiciarlo también? ¿Y tú que quieres?.
Escrito por: María Isabel Serrano Dina
-Publicado Martes 22 de Julio 2014, periódico La Información, Santiago, Rep. Dom.-
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