Un sentimiento
que nos une a todos los dominicanos, es el deseo de ver nuestra Patria crecer y
desarrollarse económicamente dentro de una equidad social y respeto al ambiente.
Cuando hablo de
desarrollo debo aclarar lo siguiente… La palabra “desarrollo” se ha confinado a
la deshonra, por unos cuantos burdos que adornan sillas en este hermoso país, adoptando
el término para lucro personal a través de obras del estado.
Pero desarrollo
es más que eso, es la dinamización y
optimización de nuestros recursos para el beneficio de todos y cada uno de los
dominicanos, y ese beneficio debe ser integral y equitativo. El desarrollo
debe estar centrado en el pueblo, y es precisamente por esto que sólo se puede
hablar de desarrollo si el mismo es incluyente y permeable a todos los niveles
de la sociedad.
En el caso de
Bahía de las Águilas, lacerante es la realidad que precede su historia, donde “unos
cuantos” pretenden apoderarse de un tesoro valioso propiedad de todos los
dominicanos, con la excusa de impulsar el desarrollo de la zona, y mejorar la
calidad de vida de sus pobladores. Sin embargo, esa falsa intención del
desarrollo enmarañado, tan necesitado en Bahía de las Águilas, no es más que la
insaciabilidad del ojo avaro de esa minoría que maneja la mayor parte de los
recursos del país, y que nunca tienen suficiente.
¿Cuál es el
afán de generar un turismo inclusivo como en Puerto Plata, Punta Cana, Bávaro,
por citar algunos? Este tipo de desarrollo turístico sólo beneficia los peces
grandes, dejando sin comida a los chicos, ¿ó será que no lo tenemos claro
todavía?… Los pueblos quedan fantasmas, sin vida… los turistas van del
aeropuerto a los hoteles todo incluido y de ahí al aeropuerto, estos recorridos
lo realizan en un autobús, donde los exhortan a no salir fuera del hotel porque
pueden correr peligro. Los turistas no llegan a conectarse con el país, “por
temor a la delincuencia”… cuando la delincuencia es producto del aislamiento y
desolación de las calles, de la falta de productividad económica.
¿Es este el
tipo de desarrollo que queremos? ¿Es esto lo que impulsará económicamente esa
zona? personalmente no lo creo. Haría los ricos y los cuervos mas ricos,
crecerán los puntos de drogas y la delincuencia… mientras los locales
continuarán en las mismas condiciones de pobrezas. Yo prefiero el
microdesarrollo… incentivar los micros, pequeños y medianos negocios, que todos
tengan acceso a producir su sustento mientras se disfruta adecuadamente de la valiosa
biodiversidad del lugar.
Ese tipo de
desarrollo se llama Desarrollo Sostenible del Turismo ó ECOturismo.
¿Y porqué no
desarrollar entonces el ecoturismo en Bahía de las Águilas? Si es más
provechoso para los pobladores de la región, el beneficio llega a todos los que
tiene que llegar, permitiendo que todo tipo de comerciantes como pescadores,
dueños de lancha, vendedores ambulantes, puestos de comida típica, puestos de
deportes no motorizados, guías y demás, puedan generar ingresos reales de un
desarrollo turístico respetuoso del ambiente natural, y lucrativo para la
sociedad, quienes merecen optar por una mejor calidad de vida sin abandonar sus
pueblos.
Los hoteles
también tienen cabida en el Ecoturismo, pero son del tipo de instalación que no
agrede el entorno, que se ajusta a las condiciones del lugar y permite a los
visitantes disfrutar de las maravillas que ofrece la zona en una perfecta simbiosis
entre lo natural y lo construido.
Fomentar el
Ecoturismo en la zona es ecológicamente sustentable, bueno para el ambiente y
para los bolsillos de todos, comerciantes y turistas.
Escrito por: María Isabel Serrano Dina
-Publicado Martes 12 de Marzo 2013, periódico La Información, Santiago, Rep. Dom.-
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