Los
últimos años nos han azotado diversos fenómenos climáticos, los cuales se han
incrementado en frecuencia y potencia. Hemos presenciado un cambio en los
patrones de lluvia, temporadas ciclónicas, olas de calor, duración del tiempo
de frío, temperaturas más altas de lo convencional, sequías prolongadas,
lluvias más intensas y mayores inundaciones, también el aumento del nivel del
mar.
El
derretimiento de glaciales no solo incrementa el nivel del mar, también influye
directamente en la formación de huracanes más grandes, violentos y frecuentes,
esto es porque en los trópicos las aguas también han incrementado la
temperatura tanto en agua como en el ambiente, y esta combinación es mortal.
Cuando
vemos cada elemento por separado es probable que pequemos en lo banal, pero al
valorar todos como parte de una sola cosa, entonces quizás comprenderíamos que
son efectos atribuidos al cambio climático.
La
catástrofe de Jimaní hace 10 años, La inundación de Tamboril en 2005 por la
inesperada crecida del Río Licey, el violento desbordamiento del arroyo El
Valle en la Jaiba de Puerto Plata, en 2005, la crecida del Lago Enriquillo que
en 2009 alcanzó una gran extensión de tierras agrícolas y ganaderas, las
pérdidas ocasionadas por Olga y Noel en 2007 que sólo en Santiago hicieron
estragos, Las Terrenas también ha sufrido, al igual de San Pedro de Macorís y
Distrito Nacional… de hecho todo el país. No dejemos de lado el incremento de
las enfermedades cada vez más resistentes y de rápida propagación.
Recientemente
experimentamos el nivel más bajo que la Presa Tavera-Bao ha tenido en su
historia. Destaco que en el último informe del IPCC –Panel Intergubernamental
de Cambio Climático- la República Dominicana resalta en el puesto no. 8 de los
países más vulnerables al Cambio Climático, del mundo.
La
deforestación de la isla es un factor importante a considerar, que incrementa
la vulnerabilidad del país, también lo es la pérdida de manglares, la
explotación minera y la extracción de agregados de los recursos hídricos, entre
otros.
Entonces
¿Qué está haciendo la República Dominicana en términos de adaptación dada su
vulnerabilidad?
Ciertamente
todos estos efectos son consecuencia de la cantidad de dióxido de carbono que
emiten los países como Estados Unidos, Cánada, Australia, Brasil, India, Rusia,
incluso China, el cual aún como país en vía de desarrollo es uno de los mayores
emisores.
El
resultado de todas estas emisiones sobrepasa los niveles máximos recomendados
de 350 partes por millón de dióxido de carbono en la atmósfera, superando las
400 partes por millón, lo cual refuerza la evidencia de reducir rápidamente la
combustión de combustibles fósiles. “Estamos calentando el planeta de tal forma
que cambiamos sus patrones drásticamente”.
Sin
embargo el país solo puede pujar por realizar un trabajo en conjunto con demás
países insulares y en vía de desarrollo, con el ánimo de llamar la atención de
los grandes emisores y propiciar los acuerdos necesarios, tal como lo han
realizado China y EEUU hace unos días… pero se necesita más que eso, se
requiere mayores acuerdos y compromisos.
Mientras,
nuestro enfoque debería concentrarse en trabajos de adaptación al Cambio
Climático, preparar la población Dominicana para estos sucesos que serán
mayores y violentos, con grandes pérdidas económicas, las cuales deberán estar
previstas en el presupuesto nacional. El mensaje es aprender a adaptarnos entre
tanto se reduce la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera y con esto la
agresividad de los fenómenos climáticos, algunos irreversibles, por lo que
debemos adaptarnos a adaptarnos.
Suerte,
el país cuenta con una Comisión de Cambio Climático, esperemos estén centralizando
sus esfuerzos en la dirección adecuada para la seguridad económica, social y
ambiental de cada ciudadano/a, ser unos de los países más vulnerables del mundo
nos coloca en una posición delicada que debe llamarnos a reflexión.
Escrito por: María Isabel Serrano Dina
-Santiago, Rep. Dom.-
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