Imaginemos la
ciudad como un gran sistema interconectado, resultado de los asentamientos
humanos en el territorio, en el cual interactúan procesos naturales y
artificiales, sociales, ambientales y económicos; donde la ciudad actúa como un
mega ecosistema.
Las ciudades,
además de ser edificios e infraestructuras, operan como inmensos procesadores
de materia prima, actividad necesaria para abastecer las comunidades humanas y
cubrir sus necesidades.
El Metabolismo,
en ciudades sanas, funciona de forma cíclica, en el cual el final de la vida
útil de un producto, da inicio a uno nuevo; los desechos inorgánicos terminan
convirtiéndose en materia prima de otros productos, y de los desechos orgánicos
se fabrica abono ó (composte).