Santiago de los
Caballeros es una de las pocas ciudades privilegiadas de la República
Dominicana, presume de organismos y propuestas para crecer en función de un
ordenamiento territorial planificado; pero en las instituciones, una buena
parte de los planes y propuestas de proyectos, permanecen en libros y
documentos.
Estamos llenos
de intenciones y pocas acciones. Carecemos de muchas cosas, menos de ideas y
planes, lo que ciertamente hace falta es ponerlos en ejecución y concluirlos.
Precisamos menos
políticos y en su lugar, profesionales capaces y preparados en el área ha
prestar sus servicios, para desempeñar sus funciones con honestidad, buen
criterio, verdadero deseo de actuar y hacer las cosas correctamente… pensando
en el presente, pero también a futuro de forma permanente, como debería ser.
Los compromisos
políticos son parte del problema en la gestión de las ciudades, siendo mas
crítico en países subdesarrollados como la República Dominicana.
Debo señalar
que existen casos aislados en nuestra ciudad, de profesionales muy capacitados
ejerciendo cargos públicos, a los cuales debo mis respetos, aunque como dije
son contados, al igual que los recursos que disponen para accionar.
Los
profesionales jóvenes de esta época están trazando nuevos caminos y
condiciones; se muestran mas interesados y preocupados por conocer, estudiar y
prepararse para afrontar los nuevos retos y problemáticas actuales. Así se
preparan, siendo más capacitados, con mayor consciencia, conocimiento y experiencia,
que la mayoría de los que laboran en las oficinas públicas y dependencias.
Los cambios
conllevan tiempo, dinero y esfuerzo. También coordinación y trabajo en equipo.
Muchas veces me pregunto, ¿Dónde estará el Alcalde de esta ciudad, ó en que estará
tan ocupada la Alcaldía que se muestra permisiva y despreocupada ante
situaciones obvias que nos afectan constantemente. Es lamentable que mientras
la ciudad de Santiago se hace cada día mas caótica, exclusiva y gris, nuestro
Alcalde ejecute obras de alto presupuesto, algunas sin sentido y fuera de
contexto, como es el caso del proyecto del Río Yaque del Norte, entre otras.
Las obras deben
priorizarse, según criterios adecuados y consensuados entre los diferentes
representantes de la ciudad, y en estos incluyo sus habitantes por supuesto, los
cuales sólo están para pagar impuestos; se supone que deberíamos definir las
verdaderas necesidades del hombre y su hábitat considerando todos los actores
implicados en ecosistema urbano que llamamos ciudad.
Intervenir la
ciudad con el fiel propósito de mejorarla, y mejorar la calidad de vida de sus
ciudadanos, no incurrir en obras fuera de presupuesto para dejarlas inconclusas.
Dice un refrán: “El que mucho abarca poco aprieta” sobre todo cuando los
recursos son limitados y lo sabemos…
Un alcalde
necesita ser abierto y dispuesto, visionario y de acción, con determinación y
coraje, debe conocer las necesidades de la ciudad y sus habitantes, ser buen
administrador y por lo tanto consciente de la realidad, para ejecutar efectivos
proyectos de ciudad. No todo al que se le antoje desempeñar una función, está
integralmente preparado. Pero sólo cuando empecemos a elegir con mas criterio
nuestros funcionarios públicos, y aprendamos a exigir, tendremos lo que hace
falta para que la ciudad se desarrolle adecuadamente.
El Arquitecto y
Urbanista Jaime Lerner (alcalde de
la ciudad de Curitiba, Brasil en dos ocasiones), es un ejemplo de “querer,
saber y hacer” es una referencia de alto estándar en la planificación urbana; resultado
de su dedicado trabajo, una ciudad transformada en modelo a copiar por ciudades
como la nuestra, con un pasado muy similar a lo que se vive hoy en Santiago.
Escrito por: María Isabel Serrano Dina
-Publicado Martes 29 de Enero 2013, periódico La Información, Santiago, Rep. Dom.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario