Imposible
guardar silencio ó indiferencia cuando se vive en una ciudad donde impera el
desentendimiento de las autoridades locales, y la complicidad de quienes deben
su dignidad y honor a un cheque de supervivencia.
Duele
apreciar bailes y celebraciones de una gestión que ve pasar cadáveres de niños
y adultos en consecuencia del dengue y otras afecciones derivadas de la
situación de insalubridad de la ciudad, cobrando vidas de Santiagueros y
Santiagueras de todas las edades y estratos sociales, sobre todo de aquellos
que debieron renunciar al desodorante para comprar salud en nuestros
“hospitales públicos”… públicos más no gratuitos…
Con
una ciudad en estado de emergencia por los vertederos improvisados, un
Ecoparque desmontado y un problema de insalubridad fuera de control, la mejor
forma de respuesta es ¡celebrar! tres años de descalabro municipal.
Cuando
se habla de la gestión municipal de Santiago, todos apreciamos un CIRCO… mezcla
de personajes con síndrome de Hubris, bufones y domadores… ¿bestias? bueno
también… Pero sobre todo “tres gatos perfumados” maullando sobre suelo sólido y
con baterías recargables a base de energía limpia.
Parece
inoportuno y ridículo hacer fiesta con recursos de un pueblo quebrado por la
mala administración. Recursos que debieran invertirse en solucionar el macro
problema del manejo de los residuos sólidos que adornan nuestras calles, como
recuerdo de HECHOS concretos donde no hay mucho que decir, mas que observar el
desfile del mal ejemplo exponencial.
Dispendio
excesivo siempre justificado con palabras vanas… ¿HECHOS? Sólo caminar unos
minutos en Santiago… ¿HECHOS más que basura? cúmulos y cúmulos de desechos abarrotados
y mal olientes, focos de ratas, mosquitos, moscas y un largo etcétera.
¿HECHOS?
Calles rotas, baches, gran cantidad de semáforos dañados, falta de
señalizaciones de tránsito, árboles mutilados y palmas secas, río contaminado y
dragado, aumento de rutas de concho sin control… y por supuesto el
endeudamiento descomunal.
Uno
de los mayores percances que presenta la gestión municipal local, que debe ser
eliminado antes que nada –aunque no sólo Santiago- es el clientelismo y la
deuda política de favores de campaña… juntas de vecinos presididas por personas
‘colocadas y pagas’ por la “cabeza” municipal que no pertenecen a la comunidad,
con la única finalidad de mantener control de las áreas verdes entre otras
cosas… el desbarajuste institucional.
Pero
no hay mal que dure cien años, sobre todo cuando los gatos maúllan y las
hormigas hacen ronchas… parece que los maullidos y las ronchas se propagan, con
tal rapidez, como las moscas por la basura no recogida.
Merecemos
una vida digna, una ciudad higienizada, un mejor Santiago, un desarrollo
sostenido en el tiempo, planes consensuados por todos y todas, a largo plazo,
que se ejecuten indistinto que cambie el gobierno de turno, y todo lo que deba
resolverse para lograrlo será hecho.
Escrito por: María Isabel Serrano Dina
-Publicado Martes 9 Diciembre 2013, periódico La Información, Santiago, Rep. Dom.-
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