Un tema muy importante, necesario para
fomentar la sostenibilidad de la construcción, es estudiar el ciclo de vida de
los edificios.
Este estudio en relación con su nivel de
sostenibilidad se le denomina Análisis del Ciclo de Vida (ACV), herramienta que
se utiliza para medir el nivel de impacto ambiental que producirá el edificio.
Tres etapas comprenden este ciclo:
Pre-Edificio, Edificio y Post-Edificio. En el Pre-edificio se abarca desde la elección
del lugar, la concepción, planificación, selección de materiales (su ciclo de
vida), transporte, hasta la construcción. En el ciclo de vida de los materiales
se tomará en cuenta: su extracción y procedencia (por su capacidad de
transformar el medio), su producción (emisiones y consumo energético), transporte
(consumo energético y emisión de gases), su puesta en obra (riesgos sociales
sobre la salud y generación de residuos), Deconstrucción (Emisiones, agresión
al medio y residuos generados). En esta 1era etapa es cuando se definen los
criterios de diseño y se valoran los elementos necesarios para asegurar la
sostenibilidad del proyecto hasta su futura demolición. Esta es la etapa mas
importante y decisiva, de su buen desarrollo depende el éxito del proceso
completo.
La segunda etapa se refiere al uso del
edificio (ocupación, operación y mantenimiento). Se calcula la vida útil y se
establece un tiempo de uso. Esta etapa inicia con el montaje e instalación de
mobiliarios, equipos y servicios (por la energía consumida, generación de
desechos y transportación), uso de sustancias químicas y otros materiales,
hasta el consumo de energía, agua y generación de residuos líquidos, sólidos y
en algunos casos gaseosos de alta contaminación a la atmósfera.
La tercera etapa ó Post-Edificio
comprende la fase final y cierre del ciclo, aquí se habla de revalorizar los
posibles residuos que pudiera generar en su desmontaje y/o demolición hasta la
eliminación de los desechos (destino último). Se hace imprescindible planificar
en el Pre-Edificio el posible reúso o reciclaje de esos materiales al final de
la vida útil del edificio, para que pueda ser reconocido “Ecofriendly”.
Un buen arquitecto, consciente de su
ejercicio y de las implicaciones que conllevan las decisiones que tomamos en
nuestros proyectos, sabe lo importante que es analizar el ciclo de vida de los
edificios. Estas buenas decisiones contribuyen positivamente en la gestión
urbana y medioambiental; una ciudad planificada y respetuosa del medio ambiente
debe regular sus construcciones así como el uso adecuado de los suelos.
Tomarnos un poco mas de tiempo para
pensar algunos de estos detalles sobre la obra que vamos a realizar, marcará
una gran diferencia tanto en nuestra profesión como en el medio ambiente. Es un
gran aporte al planeta y a las futuras generaciones que habitarán en él.
Ama donde vives, cuida lo que tienes,
solo tenemos un lugar donde habitar y se llama TIERRA.
Escrito por: María Isabel Serrano Dina
-Publicado Martes 8 de Mayo 2012, periódico La Información, Santiago, Rep. Dom. -
No hay comentarios:
Publicar un comentario