Los asentamientos informales son
igualmente uno de los problemas mas apreciables, estos forman cinturones de
pobreza y una imagen marginal de la ciudad.
Consecuencia del crecimiento urbano
acelerado sin planificación, es la reducción del verde urbano. Según la OMS
(Organización Mundial de la Salud), las ciudades deben tener al menos un 10% de área verde urbana. En nuestro
caso, la ciudad de Santiago de los Caballeros no alcanza el 2%.
Me imagino que se preguntarán a qué se
debe este número tan bajo. Uno de los problemas es la impermeabilización de los
suelos. En la ciudad de Santiago de los Caballeros, el 77% del suelo es impermeable, es decir, no permite que el agua pase
a través del suelo.
Básicamente esto se relaciona al asfalto,
cemento y revestimientos en general que usamos en toda la zona urbana,
incluyendo nuestros parques, sellando la capa vegetal, evitando que la tierra
respire y absorba agua.
Esta impermeabilización no solo provoca
inundaciones en el territorio urbano, sino que contribuye al calentamiento del
ambiente y la contaminación del aire.
La capa vegetal del suelo y los árboles,
limpian el aire absorbiendo CO2 y ayudan a preservar la humedad. Mientras los
árboles diseñan sombras que reducen la sensación de calor, el suelo trabaja
como drenaje natural.
Vivimos en una ciudad de verjas, cemento
y asfalto, donde caminar y respirar es prácticamente imposible. Aceras
totalmente selladas de cemento y además incómodas para el peatón, no funcionan.
Parques cerrados a la ciudad, yo los llamo jaulas urbanas. En el interior de
los parques y las aceras se observan las raíces estranguladas por el cemento a
su alrededor.
Cuestiono la planificación de mi ciudad,
y cuestiono que nuestros planificadores no trabajen en resolver estos
conflictos tan importantes para la salud integral de nosotros los ciudadanos.
Yo quiero respirar aire limpio y tener espacios verdes públicos habitables.
La ciudad de Santiago todavía tiene
muchas posibilidades de crecer con criterios de sostenibilidad, de nosotros
depende que esto suceda, tenemos el deber de exigir nuestro derecho a vivir en una ciudad vivible, donde podamos
caminar y respirar de manera segura.
Escrito por: María Isabel Serrano Dina
-Publicado Martes 7 de Agosto 2012, periódico La Información, Santiago, Rep. Dom. -
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