Las problemáticas latentes de equidad social, el calentamiento global como consecuencia del Cambio Climático Antropogénico, la extinción total o parcial de nuestros recursos naturales y la acelerada sobrepoblación mundial, están generando nuevas necesidades de crecimiento poblacional en función de la preservación de los ecosistemas y asegurar nuestra supervivencia en un planeta con futuro incierto y preocupante.
Una investigación de doctorado realizada en
Chile sobre “Las implicaciones del concepto de sostenibilidad en el perfil
profesional y plan de estudio de las carreras de Arquitectura en América Latina”,
de A. González y M. Trebilcock, expone lo siguiente y cito: “La profesión del
Arquitecto se ve comprometida con el desarrollo sostenible, como una de las
actividades de mayor impacto ambiental y consumo de recursos naturales no
renovables del planeta” (Edwards, 2006), cuantificadas con herramientas de
análisis como la Huella Ecológica y el Análisis de Ciclo de Vida (Merkel,
2005).
“Esta
investigación se fundamenta en considerar el papel y la responsabilidad del
arquitecto contemporáneo, frente a los procesos de expansión y consolidación
del ambiente construido y la necesaria transformación de la industria de la
construcción, hacia un sistema de ciclos de producción con menor impacto
ambiental, mayor bienestar humano y eficiencia energética; a partir del
análisis de las dimensiones del desarrollo sostenible bajo las condiciones
sociales, económicas y ambientales, propias de los países latinoamericanos”.
(González, Trebilcock/ Hábitat Sustentable Vol. 2, No. 1, 26-35).
En este documento los autores reflexionan
sobre la relación necesaria entre lo construido y lo natural, en la cual la
arquitectura debe adaptarse a las nuevas necesidades, no solo del hombre sino
de un planeta en crisis, y cito: “La reflexión en torno al desarrollo
sostenible constituye hoy una nueva lógica de lugar, como paradigma
contemporáneo de relaciones sistémicas y equilibradas entre el hombre y el
medio ambiente, que debe ser integrada al proceso de la arquitectura como lugar
para vivir, sin embargo este aspecto ha derivado en una tendencia simplista que
pretende ampliar o reinterpretar la definición de arquitectura, al mismo tiempo
que explota el concepto de “Arquitectura
Sostenible” para lograr impactos comerciales, en un claro ejemplo de
maquillaje verde (González et al., 2011). La tendencia por anexar el adjetivo “sostenible” a la arquitectura, sin
soporte teórico y técnico que permita profundizar en su práctica real, genera
una polarización teórica, que en algunos casos ignora la fundamentación
científica, metodológica, histórica, psicológica y sociológica de la
arquitectura, es decir, se ignora su propia epistemología, lo que deriva en un
problema para la comprensión y la socialización de la imprescindible relación
entre arquitectura y medio ambiente (Muntañola, 1995). “
En el contexto del ambiente construido
latinoamericano, la arquitectura y el urbanismo sufren una transformación
obligada, en la búsqueda de un desarrollo
sostenible, considerando que el 81.2% de la población es urbana
equivalente a 490 millones de personas sobre un estimado total de 603 millones
de habitantes para 2012 en tan solo 46 países, (Anuario Estadístico de América
Latina y el Caribe, 2012) .
En este artículo científico queda
evidenciado la importante y relevante actuación del arquitecto en un nuevo
contexto profesional, suscitando la necesidad de generar cambios notables en el
currículo de las carreras de arquitectura desde una visión que apunte al
desarrollo sostenible, a manera de asegurar un futuro viable, encaminado a
mantener el equilibrio social, económico y ambiental para los países
latinoamericanos.
Escrito por: María Isabel Serrano Dina
-Publicado Martes 6 de Noviembre 2012, periódico La Información, Santiago, Rep. Dom.
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