Acercándose la fecha del día mundial del
Medio Ambiente (5 de Junio), reflexiono sobre el ejercicio de la Arquitectura
en mi país, analizo cuidadosamente cada aspecto en el cual influyen las
decisiones que tomamos los Arquitectos al momento de proyectar, planificar,
construir… Por ejemplo, nuestra ciudad Santiago de los Caballeros crece
aceleradamente… Haciendo un recorrido por toda el área metropolitana
encontraremos edificios en construcción posiblemente cada tres o cuatro cuadras;
y yo me pregunto ¿Saben los responsables de esa obra el impacto social,
ambiental y económico que han generado y seguirán generando a la ciudad? ¿Han
tomado sus decisiones con criterios adecuados y conscientes de lo que implica
el correcto o incorrecto ejercicio de su profesión?, y ¿que si todas las
ciudades del planeta crecen igual a esta, aceleraríamos por consiguiente el
calentamiento global (aún mas)?
Si bien es cierto que la industria de la
ganadería y el transporte son los mayores emisores de gases contaminantes a la
atmósfera, la industria de la construcción y el uso de las edificaciones
posiblemente se lleven el tercer lugar. Esto se debe en gran medida a la
producción del cemento, los residuos que genera la industria de la construcción
y por supuesto la energía que consumen la fabricación de los materiales
constructivos, la construcción en sí misma, el uso del edificio y su
demolición.
Un buen ejercicio de la Arquitectura
promete una reducción del impacto ambiental que pudiera generar la obra.
Sabemos por historia que el planeta ha sufrido cambios naturales, sin embargo,
por los estudios científicos realizados, es evidente el incremento inusual de
las temperaturas y sus repercusiones en el Clima.
Todas las personas como ciudadanos
podemos cooperar para contrarrestar los efectos del Cambio Climático, pero
también debemos exigir mejor gestión de nuestra ciudad a todos los implicados
en su crecimiento… como profesionales tenemos el deber y la obligación de
proceder con sensatez y responsabilidad, cuidando y protegiendo lo que por ley
y oficio nos corresponde.
Una ciudad sin áreas verdes, llena de
edificios, que no contempla sus niveles de emisiones de gases contaminantes, es
una ciudad sin futuro habitable. Entiendo que no queremos vivir en una urbe
gris, donde el humo sea parte de nuestro paisaje, el ruido constante la música
permanente y los centros de salud los lugares mas visitados por enfermedades derivadas
de la contaminación… debo manifestar que aparentemente nos encaminamos a ese
panorama gris de no cambiar nuestras costumbres. Si todos modificamos
mínimamente nuestra conducta y cuestionamos previamente las posibilidades,
seguro que en conjunto podremos ver grandes cambios en esta Ciudad… cambios
Positivos!
Escrito por: María Isabel Serrano Dina
-Publicado Martes 15 de Mayo 2012, periódico La Información, Santiago, Rep. Dom. -
No hay comentarios:
Publicar un comentario