El conocimiento empodera la conciencia. Una sociedad despierta lidera procesos de transformación.

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martes, 7 de mayo de 2024

El paradigma de la sostenibilidad

Se habla tanto de la sostenibilidad y del desarrollo sostenible como algo “meramente bonito” o de marketing, pero, ¿qué implica realmente la sostenibilidad desde el ejercicio en la construcción de ciudades y edificaciones? Toca profundizar un poco para entender este concepto más allá de la publicidad engañosa que saturan nuestros ojos.

Vamos al punto. Al hablar de ciudades, la intención es lograr territorios carbono neutral, ecosistemas saludables y de residuos cero, con una economía *recursiva, circular, y la planificación integrada del metabolismo urbano. Las ciudades son sistemas vivos que consumen recursos y generan residuos, y como sistemas vivos “construidos”, una visión sostenible sugiere administrarlas bajo un equilibrio entre los componentes del sistema: económico, social y ecológico.

Fuente: Banco Interamicano de Desarrollo BID


En el contexto de impulsar ciudades sostenibles y resiliente ante los efectos del clima, apuntar hacia una arquitectura sostenible puede ser un tanto retador, e incluso tornarse ambiguo por albergar numerosas estrategias y criterios que deben ser tomados en cuenta dentro de su amplio enfoque, además, requiere establecer el alcance de su implementación, determinando el nivel de profundidad o escala en que se ha de abordar la sostenibilidad del proyecto. 

Fuente: Naciones Unidas

En cuanto a la arquitectura sostenible, encontramos diversos autores con su propuesta de criterios de evaluación, por mi parte, me siento más a fin a la propuesta del Arquitecto Luis de Garrido, quien describe cinco pilares base. El primero se fundamenta en la optimización de los recursos y materiales; el segundo es la disminución del consumo energético y utilización de energías renovables; la disminución de residuos y emisiones como tercer pilar; en un cuarto pilar la reducción del mantenimiento durante el uso de los edificios; y finalmente la mejora de la calidad de vida de los ocupantes de los edificios. Cada uno de estos pilares incluyen criterios y alcances que les hacen medibles.


Es por su gran listado de criterios, profundidad y consideraciones a tomar en cuenta, que visto desde una mirada superficial, pudiera prestarse a la ambigüedad o dar la impresión de ser una quimera. El proyecto sostenible es el resultado de un proceso bien pensado desde la concepción de la idea, por gente entendida en el tema, y bien dominado en la ejecución. Al hablar de sostenibilidad con tanta ligereza o utilizarlo como comodín para “vender más” por “moda verde”, lo reduce a la cualquierización del paradigma, o lo impulsa al abismo como imaginario surrealista en un cuadro de Dalí.

Una arquitectura sostenible puede tener en tanto, niveles de alcance. Desde asegurar que económicamente sea viable, socialmente asequible y saludable, y ambientalmente armoniosa y responsable, (es lo mínimo para ser considerada sostenible), hasta ir ampliando, incorporando herramientas de diseño solar pasivo (análisis de orientación, flujo de brisas, asoleamiento, proyección de sombras de elementos del entorno, otros), la selección y gestión de los materiales (preferiblemente de procedencia local y certificados por buen manejo en su producción), la optimización de los recursos naturales (agua, energía) así como tratamiento o minimización de los residuos (sólidos, líquidos y gases); todo esto medible. Por otra parte, considerar el uso de las tecnologías limpias y eficientes (eficiencia energética, equipos de bajo consumo o cero, captadores de co2, cosecha de agua de lluvia, tratamientos biológicos de aguas residuales, paisajismo regenerativo, biodiversidad de flora y fauna propia del lugar, y sistemas ecológicos de producción de alimentos, entre otros). Y una arquitectura sostenible debe enmarcarse dentro de un metabolismo urbano sostenible.

Metabolismo urbano sostenible.
Fuente: recurso encontrado en la web.

Un concepto empleado dentro del gran espectro de la sostenibilidad es la arquitectura biofílica como mimetización de la arquitectura con su entorno. La biofílica, es una de las tantas formas de buscar sostenibilidad, siempre y cuando se conjuguen la eficiencia en el diseño, en el uso de materiales y especies naturales, la gestión económica del proyecto y su posterior mantenimiento. El concepto del edificio imitando la función de los árboles, viene dado desde la propuesta “De la Cuna a la Cuna” que propone el Arquitecto William McDonough, el cual invita a transformar el sistema lineal de consumo en el que vivimos, creamos, consumimos y desechamos, hacia uno cíclico, donde los desechos se constituyen en materia prima, dentro de un proceso cerrado que no genera residuos ni consume nuevos recursos del ambiente, no al menos de la forma consumista y destructiva a que estamos acostumbrados. 

Fuente: Elaboración propia

Un edificio que respire como los árboles, captura dióxido de carbono y devuelve oxígeno, aportan refugio para la avifauna urbana empleando especies autóctonas y de bajo mantenimiento, contribuyen a la reducción de la temperatura y producen alimentos. Edificios integrados con su entorno, a partir de prácticas más responsables, promoviendo ambientes urbanos biodiversos y equilibrados, saludables, capaces de responder y adaptarse mejor a las necesidades presentes y futuras. 

Fuente: Elaboración propia


Empero, el espíritu capitalista trazó un enfoque de desarrollo basado en el capital económico como objetivo, usando el capital humano como herramienta de generación de riquezas, y al capital natural como recurso y base de un sistema productivo lineal. Montados en un vehículo automático de vivir para producir bienes de consumo, olvidamos que el sentido de la vida va más allá de lo material, donde la calidad de vida no es tener más, pero vivir mejor. Aire limpio, alimentación sana, nutritiva y limpia, hábitos saludables, calidad del sueño, y una ciudad que fomente la felicidad humana. Para el capitalismo lo anteriormente dicho no es rentable, y las ciudades son el resultado de la obsolescencia programada, así todo es desechable, incluidos nosotros.

Desde el enfoque biocentrista, la calidad de vida de los seres humanos y su convivencia armónica con el ambiente representa el eje de todo desarrollo. Trazar un camino más sostenible de esa convivencia entre los sistemas socioecológicos es clave y urgente. Para ello, transformar el sistema sociopolítico es también clave y urgente. El planeta no aguanta más capitalismo con un traje disfrazado de sostenibilidad.

Fuente: exterma

¿Cuál modelo socio-político se alinea más con el Desarrollo Sostenible? ...necesitamos construir uno nuevo, o la sostenibilidad seguirá siendo pura demagogia política vestida de responsabilidad social y muchas jornadas de reforestación.



Escrito por: María Isabel Serrano Dina 
Publicado: 7 de Mayo de 2024, Santiago, República Dominicana.




*Economía recursiva es una rama de la economía moderna, que por su dinamismo y diversificación el sujeto maximiza el valor o el bienestar, que es la suma de las recompensas o beneficios actuales y el valor futuro esperado descontado, implicando dos o más períodos de tiempo, en los que el consumidor o productor intercambia beneficios y costos entre los períodos de tiempo. 

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By Serrano ecodiseño y soluciones sostenibles

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