La certificación ambiental es una
herramienta empleada para determinar el rango de sostenibilidad de un edificio.
A nivel internacional existen
instituciones que otorgan certificaciones de Calidad Ambiental: LEED, Green
Globe, BREEAM, VERDE y Passivhaus por mencionar algunos ejemplos.
Estas instituciones promueven una
sostenibilidad comercial, basada en el uso de materiales con tecnología
avanzada, costosos, y que en el mayor de los casos requieren transporte e
instalación especializada; lo que aumenta el costo de la obra
significativamente.
En general, utilizan un método de
evaluación enfocado en una arquitectura manipulada por la eficiencia energética
de su tecnología, y materiales de construcción especiales, resultando para nada
ecológico. Reflejando mas bien, una Arquitectura de interés político y
económico, limitado a un grupo selecto que justifica el diseño mediocre con el
despilfarro en materiales, trastornando la pureza del concepto Sostenibilidad.
La Certificación Ambiental debe hacer
referencia a una calidad ambiental que garantice la conservación de los
recursos naturales y logre el manejo sostenible en beneficio del entorno
natural y social, producido a partir del diseño arquitectónico.
“Solo
un buen diseño racional y honesto es el que proporcionará una verdadera
arquitectura sostenible, sin necesidad de artefactos, sellos, ni manipulación
mediática”. (Luis de Garrido, 2010)
La Arquitectura Sostenible implica un
compromiso honesto con el hombre, la sociedad y el desarrollo. ¿Cómo puede ser
cara la Arquitectura Sostenible si para que sea sostenible debe ser viable
económicamente? ¿Y cómo puede ser costosa si casi en su totalidad depende de
las decisiones de diseño? Arquitectura Sostenible es sinónimo de sensatez e
innovación en el diseño como tal, independientemente de la tecnología a
implementar.
Estas certificaciones no analizan la
parte esencial de un proyecto, su diseño arquitectónico, responsable de por lo
menos el 90% de la Sostenibilidad.
Las certificaciones evalúan en los
edificios el uso eficiente del agua, la energía, la calidad del aire interior y
la innovación en materiales, desde un enfoque tecnológico y como productos
instalados, dejando el diseño arquitectónico con un mínimo de importancia que
en los mejores casos no llega al 8%
del total de los ítems evaluados por estas instituciones.
Si usted está buscando un reconocimiento en
su edificio basado en lo que estas certificaciones incentivan, entonces está
trabajando bajo un concepto falso de sostenibilidad.
La Arquitectura Sostenible busca los
mismos resultados que certifican estas instituciones pero dándole al diseñador
la responsabilidad de crear un edificio con criterios bioclimáticos,
optimizando los recursos y materiales (de preferencia local), disminuyendo el
consumo energético, incentivando las energías renovables, reduciendo al máximo
el mantenimiento, el coste del edificio, y creando espacios funcionales y
vivibles; todo posible con un buen diseño arquitectónico.
La próxima vez que piense en Arquitectura
Sostenible imagínese un edificio vivo que se integra a su entorno y aprende a
interactuar con las condiciones locales del clima donde se encuentra.
Escrito por: María Isabel Serrano Dina
-Publicado Martes 2 de Octubre 2012, periódico La Información, Santiago, Rep. Dom.
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