¿Qué podemos hacer ante una situación
como la descrita a continuación?
La respuesta obtenida de una llamada
telefónica realizada a un Doctor muy prestigioso de la ciudad de Santiago, solicitándole
cortésmente ejercer su deber de mantener limpio su solar, me llevó a cuestionar
nuestra pasividad ante la problemática
que nos afecta de manera latente a todos los que convivimos con terrenos en
estado de abandono, olvidadas por sus dueños.
Comparto pared con un vecino mudo y
solitario, sólo lleno de ratones y hierba invasora que han hecho de este
espacio su morada. Para la comunidad esta situación representa un grave peligro
tanto de salud como de seguridad, podría convertirse además en escondite para
atracadores. De toda la comunidad, mi familia es la mas afectada, ya que solo
nos separa de este espacio enfermo un muro divisorio.
Entiendo que por ser el dueño un doctor,
conoce las implicaciones de convivir con ratones, sin embargo su respuesta fue
negativa ante mi solicitud de darle mantenimiento a su solar. Debo aclarar que
por ley le corresponde mantenerlo en condiciones óptimas que sean seguras para
los que habitan en la zona. Entonces, ¿Debemos recurrir a las autoridades cada
vez que una persona “inhumana”, (y me permito usar el término aún cuando se
supone que persona = humano), decide no cumplir sus deberes ciudadanos?.
Resulta increíble que una persona de
estudios y conocimientos de sanidad resuelve simplemente tomar la decisión de
no importarle que una comunidad pueda enfermarse por su falta de consciencia, porque evidentemente consciencia no tiene.
Es lamentable el caso, pero éste no es el
único. Estamos aquejados de situaciones cómo esta.
Los delincuentes aprovechan espacios
similares para ocultarse, e incluso cometer sus fechorías. Sufrimos ante una
sociedad encerrada en su propia burbuja, en la cual ignoramos las realidades
cotidianas, al menos que nos impacte directamente.
Solemos decir dos frases muy a menudo: ¡Cuanta delincuencia en nuestro país, esto
no hay quien lo resuelva!... la otra frase es: ¡Ese no es mi problema, ya tengo demasiados con los míos!… hasta que
el problema toca a su puerta y reacciona despertando del mundo paralelo de
fantasías en el que vive; entonces pareciera cómo si las dos frases no tuvieran
relación alguna cuando precisamente la delincuencia nos azota por nuestra
desvinculación de “los problemas de otros” cuando nos convertimos en Yo Yo.
La delincuencia se da en función de
nuestra pasividad y desinterés ante los hechos que evitamos asumir como
problemas de todos. Existen policías
corruptos porque nosotros lo corrompemos al mismo tiempo que nos aislamos en
nuestra rutina.
Me pregunto ¿que sentiría el prestigioso
Doctor si fuera él quien viviera mi realidad, cuando al llegar a su hogar deja
de ser Doctor para ser Padre de familia? ¿Se lo imaginan ustedes?... Yo todavía
no lo tengo muy claro.
Para que juzguen ustedes mismos les dejo
una fotografía.
Escrito por: María Isabel Serrano Dina
-Publicado Martes 16 de Octubre 2012, periódico La Información, Santiago, Rep. Dom.
No hay comentarios:
Publicar un comentario